martes, 18 de agosto de 2009

La vida es un concierto constante.

Si por un momento, dejaramos de pensar en el futuro o de tener recuerdos, creo que nos daríamos cuenta de muchísimas cosas que suceden a nuestro alrededor a cada instante. La vida es un concierto...en México, si caminas por la noche en una calle cualquiera, puedes escuchar grillos. Así es, no sólo están en las provincias o en el bosque cuando salimos de vacaciones, están siempre...los grillos y otros miles de sonidos, creo que la diferencia está en la actitud. Si estamos alerta podríamos disfrutar de tantas cosas, dejaríamos de juzgar todos los sonidos que atraviesan el medio y entonces nos daríamos cuenta de que el sonido de un motor no es tan desagradable como pensamos, eso, simplemente es la creencia que tenemos acerca del sonido del motor.

Me ha pasado que camino por la calle al lado de un amigo y de pronto él me hace un comentario acerca de un ruido constante del cual yo no me había percatado, al momento de darme cuenta de que el sonido está ahí, no puedo dejar de escucharlo, porque estoy consciente de él...hasta que no deje de sonar sentiré que está ahí siguiéndome. Tal vez sea un zapateo, un motor, un ave, el sonido de la lluvia, o cualquier otro instrumento musical del ambiente.
Cuando nos damos cuenta de la presencia de algo, no podemos hacer nada para que deje de estar ahí hasta que desaparezca, si decidimos dejar de perseguirlo o de rechazarlo podríamos disfrutarlo. Sólo estar conscientes de que ahí está.

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